miércoles, 6 de enero de 2016

Más allá del charco



 El 2016 comienza  con una nota esperanzadora para el lobo gris en Estados Unidos. Tras semanas de negociaciones, el pasado 16 de Diciembre se llegó a un acuerdo respecto al presupuesto federal de los Estados Unidos para este año. En el apartado medioambiental, el modo en que ciertas cláusulas estaban redactadas, ponía en peligro el futuro del lobo. Entre las medidas propuestas, se incluía devolver la gestión de las poblaciones a cada Estado Federal. Esto supondría dar  carta blanca a la hora de modificar su  grado de protección, permitiendo su caza y trampeo. La gran respuesta ciudadana a favor del lobo ha  conseguido que esta propuesta sea excluida  del borrador final.
                    



 Tras treinta años de protección y gestión profesional, la zona oeste de los Grandes Lagos y el norte de las Montañas Rocosas[1] cuentan con una población estable. Durante más de una década, grupos afines al partido republicano, han solicitado la revisión del grado de protección del lobo gris dentro de  la ley de Especies en Peligro Extinción (ESA)[2] Desde los años setenta dicha ley, de ámbito nacional, incluye a este animal dentro de la categoría de Especie en peligro de extinción.

 
A pesar de que, el número de individuos ha aumentado, hoy en día el lobo ocupa menos del diez por ciento (en realidad en torno al cinco) de su territorio histórico en los 48 estados. Según las recomendaciones de la ley, una especie no se puede calificar como recuperada hasta no ocupar al menos de la mitad de su rango histórico, han señalado expertos ecólogos como John Vucetich

Sin embargo, en los últimos diez años, Estados como Wyoming, situado al norte de las Montañas Rocosas, y en el cual se encuentra el parque nacional de Yellowstone; han redactado planes de gestión de la especie en el que se incluyen la caza y el trampeo por particulares sin restricción alguna. Así mismo, en las reservas de caza el cupo se ha incrementado de forma exponencial incluyéndose la modalidad de caza por trofeo.
 

Grupos defensores de los animales y conservacionistas, han venido denunciando con éxito[3], estos planes frente a los tribunales federales por no respetar la ESA, la cual, solo permiten su caza en los casos de que ponga en  peligro la vida humana.

A lo largo del pasado año, miembros del congreso formularon esta cláusula, con el fin de desautorizar en un futuro las decisiones judiciales a favor de los gobiernos estatales. Esta debía ser aprobada por ambas cámaras dentro de los presupuestos generales antes de tener validez legal[4]. 
Una vez más, la acción de ciudadanos comprometidos con el medio ambiente, ha ganado el pulso a políticas arbitrarias. Desde Acción lobo, esperamos que esta decisión suponga un gran paso hacía la recuperación de esta especie mítica en Norte América y sirva como ejemplo en el futuro, siempre incierto, del hermano lobo.



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