lunes, 3 de noviembre de 2014

Doce mil veces gracias.


 Hoy es uno de esos días que se entrecruzan varios acontecimientos, y al final acabas con una sensación extraña, de ni bien ni mal, sino todo lo contrario. A lo que íbamos. En uno de nuestros grupos de facebook hemos sobrepasado la cifra de 12.000 personas. Y queríamos daros las gracias. Gracias por el apoyo, por la colaboración, por los consejos, por todas las capturas e informaciones que nos mandáis, sin las cuales iríamos muchas veces a ciegas. Gracias por la asistencia a las charlas, por el seguimiento en las redes. Últimamente nos ha sorprendido la cantidad de visitas que estamos teniendo en este blog. Parece que las aventuras de Pericles han tenido aceptación. Volverán, los griegos volverán. Todo esto nos hace pensar que estamos en la senda adecuada. La conservación del lobo no es tarea fácil, y no se puede hacer desde la bronca o la imposición, porque estaríamos dando la espalda a toda la gente que vive con el lobo y ellos son los primeros que deben decir algo al respecto. Desde aquí siempre buscaremos el diálogo con todos, siempre estaremos dispuestos a escuchar antes que a hablar, porque hay muchos puntos de vista y todos merecen la pena y tienen su parte de razón. El lobo es patrimonio de todos, y será entre todos como deberemos conservarlo.


Siguiendo el sendero trazado.


 Por otro lado llega la parte amarga. Hoy empezaba la temporada de aguardos en la Culebra. Y este año, con el cupo doblado, 8 en total. No vamos a incidir en esta entrada sobre responsabilidades, entre otras cosas porque a los irresponsables-responsables les da igual. La culpa, para otro. Pero seguiremos trabajando para acabar con un sistema, el de cupos, que no funciona, que no es más que una válvula de escape para calmar ganaderos exaltados. Hay otras maneras de convivir que no se limitan a liarse a tiros, sino que van al origen del problema.
 Educación, diálogo y conocimiento.

 Nos vemos por aquí.


3 comentarios:

Ana azuk dijo...

Totalmente de acuerdo, en el equilibrio y el trabajo en común está el camino y gracias a todos los seguidores será posible algún logro. El mayor agradecido; el lobo.

Mercedes Rodríguez Díaz dijo...

Así es. Hay que entender al lobo en su contexto; las gentes que conviven con él, las tradiciones, las costumbres y a su propia figura misteriosa que siempre dejará algo a lo que no podamos dar respuesta. Este grupo no se dedica a hacer otra cosa que EDUCAR en la figura del lobo, RESPETANDO a aquellos que no lo ven con nuestros ojos, pero cuya opinión es fundamental para el propio lobo. Aquí se trabaja para el LOBO. Y nada más... Aquí no se "elucubra", no se "miente" y no se "utiliza" a nadie. Todos venimos a lo mismo,a compartir como una manada "más grande" si cabe lo que del lobo sabemos para así, aprender más. Todo el mundo tiene su sitio como demuestra la cantidad de gente, unas 12.000 personas. Esto sólo acaba de empezar porque los enemigos del lobo, están más cerca de lo que pensamos.

. dijo...

Creo que divulgar el lobo y todo lo que tenga que ver con su conservación y la de su medio es fundamental; pero también hay que buscar la conciliación y el consenso entre las diferentes partes afectadas por su problemática, que no son pocas, y para ello creo que cada uno de nosotros tiene que tener un poco de empatía, de intentar ponerse en el lugar del otro. Cada parte tiene sus propios problemas y algo de razón no les falta.