El pasado día 20 de enero un par de integrantes de Acción
Lobo nos pasamos a hablar con Odile Rodríguez De la Fuente. Nos encontramos una
persona con las ideas muy claras, tremendamente cordial y con mucho sentido
común, que parece que no abunda demasiado por el mundo del lobo. Aquí tenéis un
pequeño resumen de la entrevista, ya que nos es imposible ponerla entera, ya
que estuvimos hablando cerca de una hora.
-AL: Desde los tiempos en los que Félix nos hablaba de la
importancia del gran matador, parece que en vez de avanzar en la búsqueda de
soluciones, hemos involucionado a posiciones mucho más radicales, tanto a favor
como en contra. Las redes sociales se han convertido en un campo de batalla
entre insultos y acusaciones entre ganaduros y ecolojetas.¿ Cual crees que
sería la reacción de tu padre y cual es la postura de la Fundación? ¿ Te ha
molestado la utilización de la imagen de tu padre por parte de algunos
colectivos que en vez de aportar soluciones han agravado el conflicto?
-Odile: Yo creo que hubiera sido la que fue su tónica en
vida, que es hablar. Mi padre, como cuando hablamos de Manolín, tenía un don
casi mágico, que era hacer que entre gentes de sectores muy opuestos y
totalmente divergentes imperara el sentido común, buscar la vía más sensata.
Habría seguido haciendo su labor de divulgador y comunicador y habría logrado
que se desdibujaran los extremos, habrían perdido mucha fuerza. El problema es
que hoy en día no hay nadie que esgrima ese sentido común, se atreva a hacerlo
y lo haga con la capacidad y la fuerza como lo hacía mi padre.
-AL: En los últimos años el ambiente se ha enrarecido mucho
más, tanto entre los antilobo más radicales que piden la extinción en algunas
zonas como entre los más acérrimos defensores de la especie, que han llegado a
tildar de asesinos a los habitantes de la Sierra de la Culebra, por el hecho de
que se subasten lobos, o a hacer acciones ilegales contra estructuras, que ya
están denunciados en los tribunales. Y entre ellos se acusan de encubrir
intereses ocultos. ¿ Qué le dirías a las personas de esos colectivos?
-Odile: Lo que le diría a la gente que está radicalizada en
el sentido de sacralizar al lobo, los ecologistas urbanitas, que van más por
buscar a los culpables que para ellos son los que están en el campo los
principales sospechosos, que piensen en el lobo, tan fácil como eso. Que
piensen los efectos que tienen este tipo de actuaciones, que logran que se
polarice y se radicalice el otro extremo. Y gente, yo lo he vivido, que estaba
por la vía de establecer una relación de armonía, que lucha también por
defender lo suyo, y que estábamos trabajando para que vieran en el lobo un
valor añadido, incluso otra vía de generar economía, como puede ser a través
del turismo, o de la propia carne que venga de zonas loberas donde los
ganaderos estén haciendo las cosas bien para fomentar la convivencia con la
fauna salvaje, a mucha de esa gente la hemos perdido. Han visto que les llegan
a sus pueblos unos iluminados, que no viven en el campo, que desconocen la
realidad del campo, y que vienen a decirles lo que tienen o n o tienen que
hacer y sobre todo, a culpabilizarlos, a meterles en un saco donde todos son
sospechosos a priori, solo por el hecho de ser ganaderos, cazadores o de un
gremio que vive allí. Ese radicalismo, lo estamos viendo, ha generado más
envenenamientos, más furtivismo, más caza ilegal del lobo. Y a los del extremo
opuesto, a los que dicen que van a hacer con el lobo lo que les salga de las
narices, y hay que quitarlo porque es un depredador que no tiene que estar
aquí, porque el campo es mío y yo decido, lo que trataría de hacer es lo que
hacemos en la fundación. Dentro de ese gremio, tratar de separar a los que lo
hacen mal, de los que lo hacen bien. Hablar individualmente con ellos, que
saben quienes son los más radicales. Y habitualmente, los más radicales suelen
ser el ganadero absentista, el que no hace las cosas bien. Y sobre todo,
educar, desde el colegio. Que los niños de zonas loberas se enorgullezcan de
tener al lobo como un patrimonio vivo. Es en el mundo rural, por medio de la
educación, donde los biólogos, los entusiastas, los defensores del lobo debemos
hacer mayor hincapié.
-AL: Investigadores de renombre, entre ellos Alberto
Fernández-Gil, afirman que matar lobos, lejos de disminuir los daños al ganado,
lo que hacen es aumentar las pérdidas, al dejar las manadas mutiladas y ser
éstas incapaces de depredar sobre sus presas naturales.¿ Si matar lobos no
funciona, debemos dar un paso más en su protección?
-Odile: Creo que no
se puede extrapolar un estudio que se ha hecho, en determinadas zonas, con
determinados clanes, al resto. Estoy de acuerdo, lo he leído, que en el momento
que se matan los lobos Alfa, la manada que tenía esa capacidad predatoria la
pierde, queda desmembrada y tiene que ir a por lo fácil, lo doméstico. Hay que
evitar caer en la dinámica del cupo. Luego, hay individuos solitarios,
errantes, acostumbrados a atacar el ganado, en los que no lo veo negativo. De
todas formas hay que saber bien lo que se hace, cómo se hace, con avales científicos.
Ir por los individuos problemáticos que estén ocasionando más daños, porque
están enconando el conflicto y porque, a la larga, están repercutiendo más
negativamente en la especie.
-AL: Dentro de los grupos e individuos involucrados en la
defensa y conservación del lobo, destacan personas como Jorge y Marta Escudero,
del CEA La Dehesa en Riópar, o Victor Gutiérrez, del grupo “ Amigos del lobo de
Sierra Morena”, uno de los impulsores del documental “Los ojos del lobo”.
Personas que creemos que por medio del respeto, la educación y el diálogo se
puede conseguir un futuro para el lobo.¿ Ha llegado el momento de crear una
gran alianza por el lobo?
-Odile: Si, absolutamente. Eso es lo creo que seguramente
hubiera gustado más a mi padre. Yo creo que si nos está viendo, se llevaría las
manos a la cabeza de decir.pero bueno, si en el fondo todos buscamos lo mismo,
hasta la gente de campo.
-AL: Sobre el turismo lobero. Parece ser la nueva panacea
aunque se lleva haciendo más de 20 años, pero necesita un control por parte de
las autoridades. En la Comunidad de Madrid ya hay más empresas y grupos que
ofrecen avistamiento de lobos que lobos hay en el territorio. Y en otras zonas
loberas se están dando casos de cebado ilegal, exceso de público en momentos
delicados para los lobos y hasta problemas con colillas y basuras.¿ Negocio
antes que conservación? ¿ Es el lobo una moda pasajera?
-Odile: No, que va. Pasajera en absoluto, irá in crescendo.
El lobo representa para el que descubre la naturaleza, porque para mí es algo
que genéticamente llevamos toda las personas, que somos naturaleza pensante.
Nos olvidamos de que la civilización, sobre todo la neolítica y después, la
industrial y post-industrial, es un abrir y cerra de ojos en la historia de la
vida. Realmente nosotros somos naturaleza y que nos hemos ido separando de la
naturaleza, con la domesticación de animales y plantas, la veíamos como algo
ajeno, y tras la revolución industrial, hay niños que no pisan el campo en sus
vidas y se crían así. Estamos en un espejismo colectivo en el que pensamos que
somos algo diferente a la naturaleza, pero realmente todos somos naturaleza, es
nuestra verdadera esencia. Con esto lo que te quiero decir es que la gente que
tiene una relación con la naturaleza y que le duele como si se lo estuvieran
haciendo a sí mismo el daño que se le está haciendo a la naturaleza es gente
que ha abierto los ojos, que ha despertado. Y en ese proceso, con sacar a los
niños al campo y que tengan la oportunidad de experimentar, de mancharse, de
trepar a un arbol, de sentir frío, de sentir calor, de gozar, yo creo que es la
mejor educación ambiental que podemos hacer. Más que desde el intelecto, desde
la propia experiencia. Y en ese proceso de despertar, el lobo es una especie
que nos ha acompañado desde el
paleolítico como una especie amiga, que no competidora, que realmente era el
otro gran cazador social, inteligente, organizado, que poblaba medio mundo y
que en algún lugar interior nos produce una atracción enorme. Yo sí creo que va
a ir a más, pero lo que debemos hacer es regularlo, es fundamental. Tenemos que
ser un país un poco más civilizado. Yo celebro todo lo que sea una fuente de
recursos a partir de la naturaleza, en este caso del lobo, porque precisamente
cuando el lobo valga más vivo que muerto serán la propia gente del medio rural
la que defienda el lobo, ese sentido de pertenencia a un paisaje hará que la
gente se enorgullezca de vivir en un sitio donde convivan con el lobo.Y serán
ellos los mayores defensores.
Judit Biró, Felipe Requena.
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