Foto Ryan Vizzions |
En las sociedades democráticas, en teoría, el poder reside en los ciudadanos.Votamos y les permitimos a los políticos que administren ese poder. Ellos trabajan para nosotros, no nosotros para ellos. El problema es que tras la obligada cita electoral, preñada de mentiras, pasamos a ser prescindibles, hasta la siguiente. Y son ellos los que tienen que cumplir con compromisos adquiridos. No con nosotros, no, sino con las grandes compañías. Hay que devolver los favores prestados en campaña y de paso, garantizarse un puesto de asesor-de-lo-que-sea en algún consejo de dirección de alguna energética, de telecomunicaciones o algo parecido. Al final son los políticos los que trabajan para las grandes compañías, y éstas las que marcan la hoja de ruta. Y eso es lo que está pasando en Standing Rock. Las petroleras decidieron hacer un oleoducto ( uno de tantos que amenaza a millones de personas) y decidieron que pasara por la Reserva India de Standing Rock. Tierra sagrada para la Nación Sioux y protegida por el tratado de Fort Laramie de 1851 y por el tratado de la Nación Sioux de Fort Laramie de 1868.
Río Cannonball antes de unirse con el Missouri. |
Además, la zona elegida para el oleoducto suministra agua potable a más de dieciocho millones de personas, con lo que nos podemos imaginar la catástrofe que podría significar un vertido. Aún así, sin consultar con los habitantes de la zona, saltándose leyes y tratados, mandaron a los operarios a seguir con el trazado. Y como era de esperar, la gente se movilizó, de forma siempre pacífica, para defender su tierra. Pero las grandes compañías no admiten retrasos, hay muchos millones que ganar, muchas voluntades que comprar y mucha mierda que esparcir. Y llamaron a sus amiguetes políticos y aparecieron las fuerzas de seguridad.
Foto A modern ghost |
Las fotos hablan por sí mismas. Policías de varios Estados, equipos SWAT, mercenarios, perros de ataque, blindados que parecen sacados de Afganistán, francotiradores, cañones sónicos, granadas aturdidoras, una de las cuales dejó semiamputado el brazo de la activista Sophía Wilansky, a la que desde aquí deseamos una total recuperación, cañones de agua empleados a temperaturas bajo cero y sobre todo una brutalidad y un ensañamiento que muchos no habían visto y que recordaba a las marchas por los derechos civiles de los años 60. Más de 500 detenidos, algunos encerrados en perreras, centenares de heridos, gaseados, apaleados, hipotérmicos, etc..
Pero semejante despliegue está provocando serías reacciones. La ONU ha mandado observadores por la cantidad de denuncias por vulneración de derechos humanos, civiles y religiosos. Grupos indígenas, de conservación y sociales de todo el planeta se están organizando. Como muestra, las hakas que se están haciendo espontáneamente en Nueva Zelanda por parte de los maoríes en solidaridad con Standing Rock. Infinidad de personajes de la vida pública han dado un paso adelante y demostrado su apoyo ( Bernie Sanders, Mark Ruffalo, Jane Fonda,Willie Nelson, Robert F. Kennedy Jr y un largo etcétera)
Los feroces hijos de Aotearoa, fieles a su compromiso con la Tierra. |
Dada la gravedad de los hechos, los veteranos de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos están convocando el 4 de diciembre a todos sus miembros en Standing Rock, para ponerse en primera línea, de forma pacífica y desarmada, a defender los derechos y las libertades que en su día juraron defender. Esperemos que tanta presión social consiga que el todavía presidente Obama mueva ficha y detenga semejante atropello.
Para acabar os dejamos un enlace a un vídeo. Tendrá más de veinte años, pero en estos momentos cobra todo su sentido. Poco hemos avanzado.
Un saludo a todos.
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