martes, 24 de marzo de 2015

Malos tiempos para el corzo.


 Y dada la estrecha relación entre corzos y lobos, malos tiempos para el lobo también.

Corzo. 


 Es de todos sabido la importancia que ha tenido el aumento de las poblaciones de corzo en la expansión territorial del lobo en los últimos años. Pero ahora, los corzos españoles se mueren. Y empieza a haber un ruido de fondo que pretende culpar al lobo de la situación, y pedir más control del cánido. Y desde Acción Lobo, antes de que se empiecen a verter acusaciones falsas aderezadas con su correspondiente alarma social, vamos a dejar las cosas claras desde un principio.

 NO, EL LOBO NO ES EL CULPABLE.

 A principios de la pasada década, en el concejo de Valdés, se detectó el parásito Cephenemyia stimulator en varios ejemplares de corzo muertos. De la familia de los tábanos, deja sus huevos en los orificios nasales del corzo, donde se van desarrollando sus larvas. De esa manera, impiden una correcta respiración, disminuyendo el caudal de aire, haciendo a los corzos más vulnerables, sobre todo a los ejemplares jóvenes.



Adulto de Cephenemyia Stimulator


Tráquea de corzo infestada de larvas.


En estos momentos, el parásito se sigue extendiendo, estando presente en toda la Cornisa Cantábrica hasta Aragón, Castilla-León, Extremadura y citas de ciervos y machos monteses parasitados en distintas sierras de Andalucía.

¿ CÓMO LLEGÓ LA CEPHENEMYIA STIMULATOR A ESPAÑA?

 Al parecer, y recabando información de la Asociación del Corzo Español, llegó infectando ejemplares de corzo traídos de Europa del Este, de mayor tamaño, sin tratamiento sanitario, con el objeto de aumentar el tamaño de los trofeos de caza y, consiguientemente, su precio.

Ahí tenemos al culpable.

CONTINUARÁ...

































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