Ayer sábado 7 de marzo tuvimos la ocasión de asistir a la primera mesa de trabajo sobre lobo y ganadería organizada por los colectivos Red Montañas y Reforesta. Y sólo puede calificarse como excepcional.
Alcaldes de la zona, ganaderos, biólogos, expertos, estudiantes, miembros y representantes de organizaciones conservacionistas y colectivos montañeros. Todos bajo el mismo techo, con afán constructivo y en un tono no ya respetuoso, sino dialogante y cordial. Era un día para escuchar las propuestas de todos y a la vez plantear las propias. El lobo, tras 50 años de ausencia, provocada por la actuación de la tristemente célebre Junta de extinción de animales dañinos ha vuelto a estas sierras. Ha vuelto para quedarse. Tenerlo a menos de una hora de una capital europea es un lujo, y como todos los lujos, debemos pagarlo entre todos. En conservación no hay varitas mágicas ni productos milagro. Y tampoco una de las partes interesadas puede imponer su criterio desoyendo a las demás. Si no hay diálogo, confianza y respeto, no se puede avanzar hacia una solución definitiva, que es lo que buscamos todos, lograr una convivencia con el lobo. Ayer dimos un primer paso. Vital y necesario. Y en los próximos días vamos a seguir avanzando en esa dirección, elaborando un proyecto común para presentarlo a las autoridades. Os mantendremos informados.
Por último dar las gracias a todos los asistentes, al alcalde de Miraflores por apoyar esta iniciativa, al personal de la residencia La Cristalera, por su amabilidad y por todas las facilidades que pusieron a nuestra disposición y finalmente a Rosa de Red Montañas, auténtico motor que ha conseguido sacar esto adelante. Fue un lujo, de verdad.
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